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14 Dic Excursión a Mijas pueblo, típico pueblo blanco andaluz
Mijas situada entre la sierra y la costa malagueña, evoca el encanto de las villas serranas tradicionales y blancas, típicas de los pueblos andaluces, desde donde se puede divisar el litoral costero y el mar.
Es un precioso pueblo para perderse por sus estrechas calles y encontrar rincones pintorescos llenos de vida y color, donde es un placer sentarse a descansar y pararse a contemplar el entorno que envuelve este peculiar pueblo. La sensación de paz que desprende el lugar hace que las horas pasen sin darse cuenta.
El pueblo de Mijas, declarado Conjunto Histórico-Artístico, conserva el trazado de origen árabe en su casco antiguo y los restos de sus antiguas murallas se han convertido en un hermoso mirador rodeado de plantas, vegetación y bellas flores, desde donde podrás obtener una panorámica impresionante de la Costa de Málaga.
La ermita de la Virgen de la Peña que data de 1548 está excavada en la roca por frailes mercedarios, monumento que no te debes perder por su belleza y porque desde su ermita divisarás la espectacularidad de su entorno arbóreo y costero.
Del siglo XVI es la iglesia de la Inmaculada Concepción, templo se levanta en la explanada de un cerro que acogió un castillo y una mezquita, con artesonado mudéjar en su nave central y una torre campanario.
Varias ermitas del siglo XVIII como la de San Sebastián, Nuestra Señora de los Remedios, San Antón y del Calvario, situada ésta última en la falda de la Sierra, son interesantes para visitar.
La Plaza de Toros de Mijas inaugurada en 1900 es curiosa por su forma, ya que el ruedo es ovalado y su exterior cuadrangular, asentada sobre piedra, rompe con todos los cánones arquitectónicos de este tipo de edificaciones. En su exterior se encuentran varias cerámicas que rememoran las faenas de grandes toreros de la época.
Como atracción turística típica de Mijas, están los burros-taxi, que constituyen un peculiar medio de transporte de lo más ecológico. Tiene su origen en los años sesenta y se puede hacer una ruta turística por las calles del pueblo en burro o en carros tirados por ellos.
Este pueblo blanco de la sierra de Málaga, donde se ha intentado conservar su fisionomía primitiva, cuidado con esmero por sus gentes, se convierte en una atracción para el turista por sus blancas casas, floridos ventanales y por la multitud de establecimientos que puedes encontrar: tiendas de regalos, animados restaurantes, bares…y muchas zonas verdes donde pasear y disfrutar de su bello paisaje.