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16 Jun iloftmalaga – Historia de Málaga – Marqués de Larios

La historia de Málaga está ligada a muchísimos personajes ilustres que, desde tiempos ancestrales, la han configurado en lo estético y lo folclórico, y han hecho de ella una de las urbes más importantes de España. No obstante, hoy queremos destacar una figura que, con un monumento en la entrada de la calle a la que da nombre, colaboró y trabajó en la industrialización de la misma, y cuyo legado hoy día continúa su familia a través de diversas empresas en varios sectores estratégicos. Os hablamos del Marqués de Larios.
El 16 de Agosto de 1895, el Ayuntamiento de Málaga y su alcalde, Ramón María Pérez de Torres, tomaba cuenta de la iniciativa lanzada por distintos directores de periódicos y ediles, proponiendo la realización de la estatua en homenaje al segundo marqués de Larios, constituyéndose la comisión encargada de analizar las gestiones y allegar los fondos mediante suscripción pública, que decidiría entre las propuestas realizadas por los escultores Antonio Susillo, Agustín Querol, y el que finalmente se realizaría, el proyecto escultórico del valenciano Mariano Benlliure.
Se trataba de una escultura en bronce, sobre un pedestal de mármol en el que constaban las inscripciones de su nacimiento, fallecimiento, inauguración, y homenaje, y que flanquean esculturas alegóricas al trabajo  y a la ciudad agradecida.

El 1 de Enero de 1899 fue inaugurado el monumento en el lugar que hoy ocupa, pero solamente duró intacta hasta el 14 de Abril de 1931, momento en el que, aprovechando los disturbios ocurridos en Málaga por aquella fecha, un grupo de manifestantes la arrojaron a las cercanas aguas del Puerto de Málaga y la sustituyeron por la ya mencionada estatua de  alegoría al trabajador malagueño, que permaneció hasta el final de la guerra civil española, momento en el cual se restituye y restaura la figura del Marqués que, ahora sí, ha permanecido intacta hasta la fecha.

La situación de su monumento no es casualidad. La familia Larios tenía su residencia y palacio en el edificio frontal a la entrada de la Calle Larios, al otro lado de la plaza, si bien los distintos hechos históricos quisieron que el palacio desapareciese dando lugar, primero, a un edificio de viviendas (el conocido como ‘Edificio de La Equitativa’), y al futuro hotel cuyas obras continúan en la actualidad. No obstante, la configuración de la antigua rotonda del Marqués de Larios (que ya no es tal, pues la peatonalización de los flancos de la Alameda Principal ha hecho que desaparezca la rotonda y se continúe con la vía) ha obligado al desplazamiento del monumento hacia un punto más cercano a la entrada de la Calle Larios, quedando más expuesta al público, en un lugar algo más bajo, y perdiendo así parte de la grandeza con la que antaño predominaba el monumento desde su plaza.

 

Hoy en día, la estatua es una zona de paso obligado para cualquier visitante del Centro de Málaga, que puede así conocer, también desde estas líneas, a una persona estratégica para el devenir de nuestra ciudad y su provincia, y cuyo apellido estará ligado al tejido empresarial (y por tanto economía y prosperidad) de la ciudad, casi de forma indefinida.